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Mundos de antaño

Christophe de Beauvais

Chroniques Source http://blog.cwam.org/2011/03/before-radar.html
Un hombre simple, pero alegre

Jacques era un hombre simple, pero extremadamente alegre. Cuando nació se le diagnosticó un problema en los oídos, que él compensaba con una gran sonrisa que las malas lenguas encontraban beatífica.

Se había inventado ese extraño aparato para poder estar, siempre sentado y atento, a las bromas de la gente. Por lo demás, era suficiente decirle buenos días para que estallara de risa. Tuvo el permiso de conservar su extraño equipo cuando fue llevado por los militares. La guerra estaba a nuestras puertas y él siempre sonriente.

Se decidió en las altas instancias que su rol podía ser determinante y fue instalado en una playa, casi al frente de las líneas enemigas. La foto que mostramos testimonia la originalidad de la maniobra. Esa foto ha sido tomada por el campo adverso en el momento en el que Jacques respondía a la célebre pregunta: Was ist los?, que se podría traducir en modo imperfecto por un gutural: “¿qué es esa cosa?”

Probablemente sorprendido por el tono –Jacques no conocía nada de las lenguas extranjeras–, tuvo esta respuesta franca y profundamente castellana: “Buenos días, ¿cómo está?”, que terminó por desestabilizar al adversario.

Y como a cada pregunta que Jacques no comprendía, respondía sistemáticamente con grandes sonrisas, e incluso con pequeños gritos de felicidad, nuestros enemigos concluyeron en la posibilidad de una tregua. Solamente la paz, pensaron, podía aportar una tal alegría.

Lo que comenzó como un interrogatorio continuó con abrazos. Jacques, siempre divertido, no supo desmentir esas marcas de buen humor y, poco a poco, la noticia se propagó en toda la línea del frente de guerra.

La paz estaba a nuestras puertas. La guerra no fue ni perdida ni ganada, pero se esfumaba en una cara alegre que había conquistado todos los corazones.

Jacques fue festejado, muy bien acompañado y conservó largo tiempo su sonrisa alegre, que ciertos escépticos juzgan hoy en día un poco burlona.

Christophe de Beauvais, Crónicas minúsculas, mundos de antaño.
[Rabat, 2016]
Traducción al castellano de Mariella Villasante Cervello con la colaboración de Guillermo Nelson Peinado

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