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Mundos de antaño

Christophe de Beauvais

Chroniques Source gallica.bnf.fr / BnF
Evolución genética

La investigación había hecho inmensos progresos en esa época. Los investigadores se interesaron en particular en la evolución de los asnos. La multiplicidad de sus patas, su lamentable ausencia de manos, todo ello había empujado a brillantes científicos a enfrascarse en su caso.

La genética estaba aún balbuceante, pero ya se sabía seleccionar los rosales, crear linajes de perros, trabajar en la evolución rápida de vacas lecheras y de bueyes para la carne, y Mendel ya había encontrado la ley de sus arvejas. Se ponían grandes esperanzas en los asnos, animales dóciles y destinados a permanecer en el mundo.

Las obras comenzaron en una atmósfera de júbilo, los asnos modificados iban a poder ayudar mejor a los seres humanos. Los periódicos publicaron artículos triunfantes sobre el “asno con brazos: ¡el futuro del trabajador!”

En los primeros tiempos se selecciona, se cruza, se producen linajes. Se mezcla, con mucha razón, a los equus hemionus con los hydruntinus, incluso con los africanus. Las patas se recortaron, pero los asnos seguían sin tener brazos.

Se continuaron las variantes con mulas escogidas por sus largas patas traseras, se les disminuyó las orejas, se les volvió robustas y resistentes. Se trató de entrenarlas, poniéndolas en posición vertical, para hacerles comprender toda la gracia que hay en reposar sobre dos pies.

Nada funcionó. Esos animales eran incapaces de sustraerse de su condición, de imaginar el futuro radiante que les esperaba.

La atmosfera se volvió aburrida. Se organizaron ligas de defensa de los animales que juzgaban que: “la investigación sobre el asno con brazos tenía algo de inhumano.”

Al momento de la inundación, el debate estaba casi zanjado. Los asnos olvidados, el progreso engullido bajo las aguas, se tuvo que aceptar la evidencia. El asno no sería el futuro del hombre.

De cualquier manera, algunos ya habían hecho su elección.

Christophe de Beauvais, Crónicas minúsculas, Mundos de antaño. Evolución genética
[Rabat, 2016]
Traducción al castellano de Mariella Villasante Cervello con la colaboración de Guillermo Nelson Peinado

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