Menu General

[Crónicas minúsculas]

Chroniques
Crónica anterior

Mundos de antaño

Christophe de Beauvais

Chroniques Source gallica.bnf.fr / BnF
Saludos

En nuestras campiñas, no hace mucho tiempo, el encuentro con un amigo –o con una persona conocida– daba lugar a juegos que no eran solamente apretones de mano. Cada región tenía sus propios códigos y saludos.

A veces se podían intercambiar burlas con la mano sin que nadie se ofuscara, saludar con la mano en la frente, bosquejar un “paso de costado” en signo de amistad, e incluso, más sencillamente, tender el pie en dirección de la persona que se quería saludar.

Esas modas rurales y regionales difícilmente se exportaban; de una región a otra, el mismo código tenía distintos significados. ¡Un “buenos días”, muy correcto, pero perfectamente bretón, se volvía un “lárgate!” muy poco educado en el Bajo Berry.

Esos errores tuvieron como consecuencia una disminución de la variedad de saludos. Y con ello, una homogeneización de las fórmulas de cortesía. Los buenos días locales desaparecieron poco a poco. Hoy en día no quedan sino dos o tres formas clásicas, yendo del apretón de manos a un ligero movimiento de la cabeza. Solamente el número de besos, variable según las regiones, testimonia todavía, aunque muy ligeramente, esta profusión de saludos de antaño.

Todo ello explica la rareza de la foto. Se trata de un excepcional “buenos días con dos manos” que casi había desaparecido.

La secuencia es bastante compleja: cada cual comienza por presentar sus dos manos la palmas hacia el otro, luego se aplaude con las manos, y al final se aplaude las manos de la otra persona. La repetición de la secuencia aumenta con el grado de intimidad. Entre amigos cercanos se puede llegar a cuatro e incluso cinco repeticiones.

Hoy en día ignoramos la región de origen de esos buenos días tan particulares.

Sin embargo, el retorno a la cotidianeidad de esas prácticas regionales daría, creo yo, más sabor a nuestros intercambios. Podríamos imaginar que nuestros diputados se saluden en el Parlamento respetando las reglas antiguas de sus circunscripciones. Tendrían todo por ganar.

Las burlas con las manos, las tiradas de lengua y los dedos levantados podrían ser rehabilitados por lo que fueron antes: marcas añejas de deferencia y de cortesía que hemos olvidado desde hace demasiado tiempo.

Christophe de Beauvais, Crónicas minúsculas, Mundos de antaño. Saludos
[Rabat, 2016]
Traducción al castellano de Mariella Villasante Cervello con la colaboración de Guillermo Nelson Peinado

Chroniques
Crónica anterior