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Christophe de Beauvais

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Source gallica.bnf.fr / BnF
Un juego típicamente inglés

De un lado los espectadores y del otro lado el partido. En un caso, eso se parece a los saltamontes o langostas; en el otro caso, es realmente un juego de cricket.

La homonimia es, como vemos, engañosa. Nuestros amigos ingleses han sentido muy bien el peligro de un tal parentesco y no dicen criquets sino locusts para marcar la diferencia. Es una tentativa algo vana para disociar lo que en francés es una evidencia.

Quisiera tomar unos instantes para explorar esta distinción y quizá incitar a otros investigadores a continuar por esta vía.

Para ayudar a los Ingleses a combatir la homonimia antes citada, los franceses han llamado también, a los criquets,locustes”, langostas. Es muy simpático, pero eso nos aleja del cricket. Aunque, en realidad, debo decir que todo, absolutamente todo, nos aleja del cricket. Quiero hablar del juego que es siempre un misterio de este lado de La Mancha.

En lo que concierne al origen del cricket es muy diferente pues cricket viene del francés antiguo criquet, nombre del palo plantado en la tierra que sirve de objetivo al juego de bochas. Desde un punto de vista formal, el cricket es pues un criquet, un palo.

Me dirán ¿pero qué relación existe entre el palo criquet y el criquet, la langosta, que devasta nuestros campos?

Es muy simple: uno hace krikk cuando se rompe, y el otro nos rompe los oídos con sus krikk. En los dos casos es una antigua onomatopeya (para los jóvenes, la onomatopeya es como el miau, el cua-cua o el glu-glu, no tiene ningún sentido, pero comprendemos enseguida de qué se trata).

Vemos pues la sutilidad de los ingleses que, no contentos con esconder su cricket al abrigo de los criquets (langostas), han disimulado también el origen de su deporte nacional que, sin embargo, está bien acreditado por el krikk franco-inglés.

En este punto, se me podría reprochar que en francés no se dice más krikk, que ha pasado de moda efectivamente, sino crac, que es más moderno y que nos aleja del cricket. Debo notar simplemente que en inglés crac-crac se dice también crack-crack, lo cual prueba que nuestros amigos ingleses no han inventado nada.

Resumamos entonces: el cricket (inglés) viene del criquet (francés) y las fotos que vemos aquí arriba son perfectamente compatibles.

Queda aún una pregunta: ¿Qué tiene que ver el palo criquet en relación con el juego de bochas? ¿No se encontraría más bien en Francia el origen de ese juego de cricket que nos parece tan deliciosamente extranjero?

Me hubiera gustado que sea el caso, pero un estudio rápido muestra lo contrario: el juego de bochas es para los ingleses un juego de bowls, y ese juego de bowls ¡es nuestra petanca!

De ahí a considerar que nuestra excelente petanca nacional estaría emparentada con el enigmático juego de cricket hay todo un mar.

Que no atravesaría…

Christophe de Beauvais, Crónicas minúsculas, Mundos de antaño. Un juego típicamente inglés
[Rabat, 2016]
Traducción al castellano de Mariella Villasante Cervello con la colaboración de Guillermo Nelson Peinado

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