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¿Cuándo lo mucho es demasiado?

En el vertiginoso streaming de hoy, tan lleno de opciones políticamente correctas, encontrar Euphoria ha sido toda una sorpresa. Esta serie en 8 capítulos, que se estrenó en HBO el 16 de junio de 2019, está basada en la israelí del mismo nombre (en hebreo, אופוריה‎) creada por Ron Leshem, Daphna Levin y Tmira Yardeni, emitida entre 2012 y 2013.

Sam Levinson –showrunner y guionista para HBO–, es el encargado de abordar el universo particular de un grupo de adolescentes donde la drogadicción, la sexualidad, el abuso, la destrucción y todo el exceso de goce que quepa, constituye el hilo conductor de esta aclamada serie. Euphoria se propone como la realidad del suburbio de clase media/alta estadounidense que, poco a poco, se descubre en cualquier otro lugar del hiperconectado planeta. Es la proyección de la Gen–Z en un mundo de miserias existenciales, donde cuesta trabajo ver los árboles en un bosque tan tupido de mezquindad y sordidez, atributos que se llevan como un atuendo recién estrenado por estos chicos de entre 17 y 18 años de edad. Quizá es como la Tabla central del Jardín de las delicias del Bosco, donde la saturación de los placeres aparece falsamente higienizada en los cuerpos blancos. En Euphoria es la juventud y belleza de sus protagonistas la que intenta expurgar la lobreguez en tanto tristeza que se nos atora en la garganta.

A veces se confunde la exposición de un problema con su apología. En la era de la corrección política y los maniqueísmos del bien mayor a costa de la singularidad, Euphoria transita no sin dificultad. La profundidad de la historia va más allá del despliegue de los penes y los privat amateur cam fuck que tanto desconcierta a la crítica bienpensante. Euphoria se muestra sin condescendencias ni moralismos, pero tampoco glorificando el desastre. Dice la voz en off de Rue: “las drogas son geniales... digo, lo son antes de que te rompen la piel y la vida. Y la familia. Es cuando ya no son geniales. En realidad, la ventana de genialidad es realmente muy delgada”. Mientras, vemos como los paramédicos la sacan de una sobredosis.

No es una serie para todos –especialmente no está pensada para los adolescentes. Resulta muy dolorosa por momentos, sin embargo, la historia está tan bien contada y es tan humana, que uno no puede más que seguir mirando. Y si se tiene un hijo adolescente… a veces cuesta respirar.

Hay un repertorio magnífico de recursos visuales que recrean ese universo, en un arco que va del microcosmos de una habitación a la alucinación más enloquecida que apunta a la sobredosis. La cámara se mueve, intrusiva; respira con los personajes, llora con ellos y nos arrastra sin piedad adentro, cada vez más adentro. Es tan glamoroso el dolor, tan lleno de neón y purpurina, del maquillaje de perfecta fantasía en los inigualables rostros que, aunque seamos testigos conscientes del desastre, seguimos ahí, subyugados.

La banda sonora está al servicio de la historia, de los personajes y del espectador: no sólo importa qué escuchan los protagonistas, sino cómo una pieza musical impacta en una escena y se vuelve personaje ella misma. Por ejemplo, cuando Rue sale de rehabilitación y va en el coche con la madre y la hermana cantando Fly Me to the Moon (In Other Words) de Bobby Womack (1969). Esa secuencia prende una incandescencia que nos ata para siempre a la serie. La inteligencia musical de Euphoria seguramente debe bastante a que ha sido producida, entre otros, por el rapero Drake.

El catálogo de los pesares

De un total de 8 episodios de esta primera temporada, 7 giran alrededor de uno de los personajes principales: 1, Rue; 2, Nate; 3, Kat; 4, Jules; 5, Maddy; 6, McKay y 7, Cassie. El 8 se libera del foco y aborda la generalidad de los entrecruzamientos, en un retrato coral no lineal.

Cada personaje representa un aspecto agudo de la realidad social actual: soledad, baja autoestima, drogadicción, amor queer, transgénero, alcoholismo, embarazo indeseado, los afectos torcidos, etc. La familia desde un lugar perdido entre el desconocimiento y la incomprensión. Y no porque todos los roles parentales estén errados, sino porque el lazo está constitucionalmente roto. Desde una madre alcohólica hasta un padre perverso, pasando por las escalas razonables de la preocupación y el desespero.

Euphoria revela, a su modo y circunstancia, qué deja tras de sí la generación que parió y educó a la Gen–Z. En días recientes los jóvenes del mundo se manifestaron globalmente por el planeta en un reclamo de atención al cambio climático. Una frase me quedó resonando: “este es nuestro mundo, ustedes no van a estar aquí”. Es un cuchillo afiladísimo que corta francamente la diferencia de generaciones y que atribuye a “los que ya no estarán” la pareja responsabilidad por el desastre. La resonancia viene a cuento si extrapolamos esta idea al lazo social–familiar. Ese corte metafórico emocional, natural en cada ciclo de la vida, aquí se revela como algo más. Es Rue con la esquirla de vidrio frente a la madre.

 
Euphoria, HBO, 1ª. Temporada, 8 episodios

Trailer

Personajes principales
Zendaya como Rue Bennett
Hunter Schafer como Jules Vaughn
Jacob Elordi como como Nate Jacobs
Barbie Ferreira como Katherine “Kat” Hernández
Sydney Sweeney como Cassie Howard
Maude Apatow como Lexi Howard, hermana menor de Cassie y mejor amiga de Rue
Angus Cloud como Fezco
Eric Dane como Cal Jacobs, padre de Nate
Alexa Demie como Maddy Pérez
Nika King como Leslie Bennett, madre de Gia y Rue
Storm Reid como Gia Bennett, hermana menor de Rue
Algee Smith como Christopher “Chris” McKay
 
   
 
   
 
   
 
   
 
Rue
   
 
   
 

¡Oh, Zendaya! Absolutamente impecable. Muestra un registro emocional amplísimo y tan real, tan fuerte, tan frágil, que la excelencia actoral del resto del casting palidece. En las fases obsesivas de Rue, en los viajes de opioides, en la sorpresa de ser ella misma –y sentirse tan poca cosa frente a lo que ama–, nos dispara al pecho y el proyectil se nos queda atascado. Rue lleva el peso de la historia, es el narrador en off y alrededor de quien se teje el argumento. Muy pronto conocemos que padece de un trastorno bipolar y que su encuentro con las drogas son el modo en que consigue que “el mundo se detenga”.

   
 
   
 
   
 
   
 
   
 
Jules
   
 
   
 

Hunter Schaefer, Jules, actriz trans, representa –en su cuerpo/psique transformados– las esencias en las que se debate esa minoría. En este caso, lo hiperfemenino: conquistar hombres asegura su ser mujer; no obstante, amar a Rue es el aserto de “no a la heteronormatividad”. Jules es la belleza, la apuesta por la independencia, el outsider desde todo punto de vista.

Sin embargo, si se pone la debida atención se entiende que el dolor de Jules no tiene nada que ver con su condición de trans, sino con su situación parental. En un momento la voz en off de Rue dice: “algo grande debió de pasar cuando quien obtuvo la sola custodia de Jules fue su padre”. En el contexto de Euphoria, Jules es otro adolescente problemático buscando amor y validación sin que lo trans sea el eje de la cuestión.

   
 
   
 
   
 
   
 
   
 
Rue & Jules
   
 
   
 

En medio de una adolescencia que duele, de una relación difícil con el mundo y de los peligros que los rodean, la relación entre Rue y Jules es de una espléndida frescura. Sin juicios, sin demasiadas preguntas, solo amor y soporte, pero duele, en tanto el silencio por miedo o el dolor por alejamiento. Las complicaciones de ser hablante, sea a través del discurso o en su ausencia.

   
 
Los demás personajes
   
 

Forman parte del un grupo de high school. En sus interacciones van perfilando el ser en que se convierten. Son sus pares los verdaderos educadores y la familia un sonido de fondo necesario, dispensable y en varios casos perturbador. Siempre fue así. A esa edad nuestros amigos eran nuestro mundo y cada enamoramiento tenía la intesidad de un huracán.

En el gran infierno del pequeño pueblo se van descubriendo las situaciones deleznables de la vida cotidiana. El pedófilo que graba en secreto sus relaciones y que el hijo pequeño descubre. Una vez más, lo que esconde el padre, el hijo lo lleva en el cuerpo, y aquí se ve en un muy amplio espectro. Cada personaje irá mostrando su crecimiento en relación con los otros en el lazo social que los ata.

   
 
El peligro
   
 

Hay un adentro y un afuera que oscila en la narrativa de los episodios, mostrando numerosas escalas del peligro. Cuando la situación amenazante pareciera ocupar la totalidad de la tesión, los realizadores nos empujan un poco más. Por ejemplo, el traficante-cara-tatuada que abastace a Fezco, el drug dealer del pueblo, le ofrece a Rue la droga con la punta del cuchillo. La aparición de personaje ominoso es el primer nivel de la gravedad, que le ofrezca la droga sin posibilidad de negativa es la exponenciación del riesgo. Que la obligue y ella lo tome aceptando el cuchillo en su boca, es el culmen de lo terrorífico.

   
 
Un mundo sin narrativa
   
 

Cuando Rue golpea en la puerta de Fezco, gritando improperios, es a la sociedad a quien demanda, y su bipolaridad es la del orden mundial que atestiguamos hoy. Es la Gen–Z que no sabe si el mundo se irá al carajo en 50 años en pleno calentamiento global o por la estupidez de los gobiernos de cortas miras. Se preguntan si tendrán empleo porque la IA se ocupará de todo. “Lo que hace diferente a esta generación es que es un mundo totalmente diferente: no hay brújula, no hay hoja de ruta, no hay nadie que pueda proporcionar ningún consejo que sea realmente aplicable”, comentó Levinson en entrevista con IndieWire. En la misma entrevista, Zendaya dijo: “Espero que la gente realmente sienta algo –cualquiera que en verdad lo necesite. Tienen que ver que no están solos, que sus experiencias son válidas y que lo que están pasando es real, y que no son la única persona en el mundo que vive con lo que están viviendo... Eso es lo que queremos. Cuando estás pasando por una mierda, a menudo sientes que estás solo, que el mundo está en tu contra …”.

No hay que temer al dolor del otro. Su contemplación y nuestra empatía es la que nos hace humanos. Euphoria es un llamado a una comprensión, a desprejuiciarnos, a entender que aunque nuestra generación ya no estará, ellos tendrán que seguir adelante con las herramientas que nosotros les habremos proporcionado.

   
 
   
 
   
 
   
 
   
 
   
 
   
 
   
 
Ónix Acevedo Frómeta, Euphoria. La angustia adolescente para adultos
[México, septiembre de 2019]
   
 
   
 
   
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Euphoria, HBO, 1ª. Temporada, 8 episodios

Trailer

Personajes principales


Hunter Schafer como Jules Vaughn

Jacob Elordi como como Nate Jacobs

Barbie Ferreira como Katherine “Kat” Hernández

Sydney Sweeney como Cassie Howard

Maude Apatow como Lexi Howard, hermana menor de Cassie y mejor amiga de Rue

Angus Cloud como Fezco

Eric Dane como Cal Jacobs, padre de Nate

Alexa Demie como Maddy Pérez

Nika King como Leslie Bennett, madre de Gia y Rue

Storm Reid como Gia Bennett, hermana menor de Rue

Algee Smith como Christopher “Chris” McKay